Pausa

¿Sabías qué?

¿Cuántas veces necesitamos tomar distancia y hacer una pausa? En la vida y al igual que entre contracción y contracción las pausas son necesarias. ¿Sentiste alguna vez esa sensación? Pausas en el puerperio… ¿De qué hablan? Es necesario que la familia pueda tomarse descansos, distancias, pausas con su bebé recién nacido/a. Son seductores y atrapan con su olor, su piel y su llanto, sí, también con su llanto. Estamos al servicio de ellos y ellas para que sobrevivan claramente, pero, ¿cuántas veces necesitamos hacer una pausa? Son hipnóticos e hipnóticas, pero apostamos al 100% que quienes crían y cuidan bebés recién nacidos/as al menos una o dos veces al día necesitan un espacio suyo. Encontrar esa oreja amiga y así promover con hechos esto del autocuidado y lo que repetimos en cada taller, es esperable sentirse abrumada, colapsada, con el “agua al cuello”. Y qué pasa cuando no estamos ni embarazadas ni puérperas? Qué pasa con esas personas que necesitan tomar una pausa y no pueden? Personas que trabajan con y para familias y bebés. Ahí está el nudo intrincado del asunto. El pedido que no siempre está y la falta de lectura de las señales de esa necesidad de distancia. Un rato al menos, sin presiones.

Porque no se puede ayudar a alguien que pide oxígeno cuando quizás vos también lo estés necesitando y es esperable en este sistema donde llevamos al límite nuestra salud mental, hasta que llega un día en el que hay que juntar los pedacitos, como le paso a una de las latiras, ahí estuvimos, estamos y estaremos juntando de a uno esos pedacitos de esa pieza, cerquita, para armarnos de nuevo y no dejarnos nosotras mismas solas en la dureza de la vida de las madres trabajadoras y jóvenes. ¿Por qué decimos jóvenes? Porque hay un quiebre generacional importantísimo entre cómo se criaron ellas, ellos y nosotres. Hay personas, sobre todo mayores, a las que aún les resulta tabú preguntarle a las mujeres puérperas cómo están, habilitar las emociones. La angustia, el llanto, el desapego de nosotras mismas. Este posteo pretende visibilizar algunas cuestiones que no se ven... Y nosotras que somos fanáticas de anticipar, y que hemos atravesado en equipo una situación particular de salud mental... Les preguntamos: ¿Tienen redes que las salven y protejan de la caída que implica la afección a la salud mental? Tienen redes de apoyo? Familiar? Amistades? Servicios de salud dignos? La posibilidad económica para el acceso a mejores tratamientos? Sabemos que a veces sin privilegios ni es tan fácil tomar distancia y pausar. Pausar para revisar, para rearmarse, para seguir latiendo. Muchas mujeres jóvenes transcurren sus puerperios de esta forma, sin tribu y en silencio. Desde LATIR promovemos que se construyan redes y que las usen para momentos donde importe tejer para salvar a una, pero mañana a quizás a la otra… la clave es armar una que contenga, como en los talleres, una aliada o aliado que va a ser el apoyo que necesites, o al menos intentarlo para salir adelante. Dale, animate a salir respirar tomar aire de a poco y dejate ayudar.