Experiencia de nacimiento y puerperio

¿Sabías qué?

La experiencia de nacimiento condiciona el puerperio. Tal como lo hablamos en nuestros talleres de preparación para el nacimiento, la forma en la que nacen nuestras/os bebés, sea cual sea, dejará una huella en nuestros puerperios e historias de vida. Hemos escuchado sin parar que lo primordial es que bebé y mamá estén bien y saludables luego del nacimiento, pero, eso es un derecho, sino directamente no iríamos a parir a los hospitales. Pero, ¿qué pasa con la experiencia subjetiva de la mujer y la familia? Está demostrado que la forma en cómo vivió la mujer la experiencia de nacimiento de su bebé, influye directamente en su puerperio y cómo se siente la mujer en esta etapa influye directamente en la interacción con su bebé y ésto, en su desarrollo. Tan así que en el año 2018 la OMS reconoce que las experiencias de nacimiento además de sin complicaciones deben ser “experiencias de parto positivas”, definidas como “la experiencia que cumple o supera las creencias y expectativas personales y socioculturales previas de la mujer, dar a luz a un bebé sano en un ambiente seguro desde el punto de vista clínico y psicológico y contar con apoyo práctico y emocional continuo, es decir, estar acompañada en el momento del nacimiento y ser asistida por personal amable y con competencias técnicas adecuadas”.

Cómo la mujer vivió esa experiencia es lo que impacta en la salud mental, no importa lo que observa el resto, no importa si el personal de salud considera que la atendió amablemente y el resultado es bueno, no importa si su acompañante considera que fue respetado el plan de nacimiento, importa cómo lo vivió la mujer. Importa cuáles son sus necesidades para ese momento y que las mismas se respeten. Hay evidencia que demuestra que la depresión pos parto (16,5% de las uruguayas lo sufren) y el trastorno postraumático posparto (30% de la población mundial vivencia varios síntomas del trastorno) están influidos por la vivencia del proceso de nacimiento. Por eso alentamos a que puedan armar un plan de nacimiento, definir sus innegociables, entablar un diálogo sin miedos con el equipo de salud, y priorizar el cómo se siente la experiencia de nacimiento. Está subestimado y hay evidencia de sobra que demuestra lo crucial que es para el puerperio, por ende el cuidado del/la bebé, la conformación del vínculo de apego y la personalidad del resto de la vida. Nacimientos felices y cuidados generan la posibilidad de adultas/os felices. Cambiemos la forma de nacer, es nuestro derecho.